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La afición contra las prisas de hoy en día que se construye a base de aguja e hilo

La afición contra las prisas de hoy en día que se construye a base de aguja e hilo

Bordado, crochet o tejido traspasan la línea de las manualidades para convertise en casi una vía de escape para superar la fatiga digital

M. Hortelano

Valencia

Sábado, 19 de abril 2025, 00:40

Hay una revolución silenciosa contra el estrés, que se está gestando puntada a puntada, con hilos y agujas como armas principales. Una práctica que crece casi al mismo ritmo al que se van cerrando las antiguas mercerías y tiendas de lanas de todas las ciudades, de manera algo contradictoria. Pero, lejos de anticipar la muerte dell bordado y el tejido (con agujas o crochet), todo lo relacionado con la costura está en alza, curiosamente, con un gran tirón de la formación y las compras de materiales online. Y es que, en un mundo acelerado, volver a lo analógico es un acto revolucionario y priorizar el autocuidado es uno propósitos que muchas personas se han marcado para este 2025.

Los cursos de bordado online y presenciales se multiplican, los talleres para aprender a tejer con una o dos agujas, están en alza, y los tutoriales para hacerse un jersey con agujas circulares están rompiendo el algoritmo. En las librerías, ese auge por las manualidades con hilo también se ha visto reflejado. Las portadas de numerosos libros están ilustradas con hilo y el prestigioso Premio Nacional de Cómic 2024, se lo llevó la artista Bea Lema, con 'El cuerpo de Cristo' (Ed. Astiberri), una novela gráfica ilustrada con sus propios bordados.

Bea Lema ha crecido entre hilos y telas. Viene de una familia donde la costura ha tenido presencia desde sus abuelos, que eran sastres. Su madre aprendió el oficio muy jovencita. Iba con la máquina a todos lados. «Cuando nací yo, ella trabajaba en talleres, pero dejó de hacerlo para criarme a mí y cosía en en casa. Yo he crecido a los pies de esa máquina de coser, visitando las mercerías, comprando tejidos... Pero nunca me ha querido enseñar, porque quería para mí algo que ella consideraba un futuro mejor, que estudiara. Decía que era un oficio esclavo y mal pagado», cuenta. Pero ella ha jugado siempre con esos retales al pie de la máquina. «Dejé de hacerlo, pero siempre me ha gustado hacer cosas con las manos», explica. En el cómic, con el que el pasado año se alzó con el premio nacional, surgió «de manera espontánea, casi por intuición». Porque en la pandemia. Inspirada por unas arpilleras de Bolivia. «Trasladé una de las imágenes del cómic mezclando apliques textiles con bordado. Me gustaba el descontrol de la técnica y cómo se construía la imagen y el resultado se iba revelando», señala. Empezó a investigar sobre esas arpilleras, unas tejedoras sudamericanas y descubrió a los grupos de mujeres chiles que, durante la dictadura de Pinochet, se reunían para hablar del dolor. Esa forma de creación les hacía compartirlo y denunciarlo. «Me atrapó esta idea porque la costura ha sido un oficio impuesto para las mujeres por mucho tiempo. Y usarlo como forma de denuncia. Quiero poner en valor ese saber hacer que durante mucho tiempo estaba considerado una artesanía. Lo textil no estaba en los museos, tenía lugar dentro de las casas, en las toallas, manteles, como vida cotidiana», cuenta.

Ilustraciones bordadas de Bea Lema (Astiberri)
Ilustraciones bordadas de Bea Lema (Astiberri)
Ilustraciones bordadas de Bea Lema (Astiberri)
Ilustraciones bordadas de Bea Lema (Astiberri)
Ilustraciones bordadas de Bea Lema (Astiberri)

A ella, el bordado como técnica artística le resulta muy relajante y hace que conecte con el momento presente, la parte intuitiva, que se abstraiga del ruido y de la balanza de estímulos de la vida actual. «Me gusta mucho trabajar con las manos porque hace que esté más en contacto con mi intuición, que es desde donde intento crear. No puedes estar inspirada cuando tú quieres. Y cuando empiezas, está está ese punto de no saber qué vas a hacer o qué va a salir. Tiene una parte de juego, de dejarse llevar y disfrutarlo. Me gusta mucho tocar las texturas de los hilos, de las telas, esa parte más sensorial», relata la premio nacional de cómic, publicado en la editorial Astiberri.

Entre las editoriales que también han confiado en los bordados para sus portadas está Blackie Books, que tiene algunas emblemáticas, como la de 'La constelación del perro'; o Taurus con 'Las que faltaban. Una historia del mundo diferente', ambas con el sello de la bordadora Nuria Picos. Pero también Lumen, con 'Diario de una bordadora', hecha por Loly Ghirardi o Srta. Lylo, una bordadora y diseñadora gráfica muy conocida en redes.

¿Moda o ha venido para quedarse? Bea Lema, la ilustradora y bordadora no se atreve a hacer una predicción. «No lo sé, pero creo que a día de hoy la presencia de lo artesanal viene dado por el momento tan acelerado, condicionado por lo tecnológico, que no respeta los ritmos de la vida, lo cíclico… lo vemos en la naturaleza, de la que formamos parte. El trabajo manual nos reconecta con nuestro verdadero hilo interno. Y en un mundo donde todo se uniformiza, lo artesanal, con esa parte imperfecta, con una huella más humana, nos atrae cuando empezamos a estar hartos de la perfección que nos da la máquina», justifica

El bordado también ha llegado a las campañas de publicidad. En Valencia, sin ir más lejos, la bordadora gráfica Maite Canet (@mai_kilo) ha firmado las dos últimas de Turismo Valencia, con sendas campañas para Valencia Cuina Oberta y otra navideña. Una muestra más de que la ilustración con hilo está en alza.

No tires las agujas de tu abuela

Los bordados o el tejido mediante agujas o crochet (el ganchillo de toda la vida), también han ido más allá de las portadas de los libros. Y es que, han comenzado a protagonizarlos para enseñar estas técnicas que tienen una derivada más allá de la mera afición. La última en unirse ha sido la crochetera Alicia Recio, más conocida en redes como, @alimaravillas Además de mostrar técnicas y patrones que ella misma diseña, Alicia ha reflexionado sobre importancia del crochet en su vida y los aprendizajes que ha extraído de esta práctica.

«Ahora lo queremos todo para ya. Aunque seamos conscientes de que lo hecho a mano lleva su tiempo, queremos que la aplicación donde lo compramos no se nos cuelgue ni un segundo o que el transporte en el que nos lo envían tarde como mucho veinticuatro horas. La inmediatez se ha convertido en la reina de nuestras vidas. Romper con esta idea y anclarnos a un mundo tejido a fuego lento suena a revolución», dice.

En su primer libro pone en valor lo que el crochet, al igual que cualquier otra afición creativa, nos aporta en todos los planos de nuestra de vida: «calma, serenidad, lucidez o bienestar». «Nos ayuda a ver las cosas con claridad, a conocernos mejor, a desenmarañar los problemas, a aprender de los errores. Nos enseña que siempre podemos deshacer lo hilado y volver a empezar. Nos llama a hacer una cosa a la vez, a dejar volar la imaginación y a soñar», dice. «Mi recomendación es que, si en ocasiones sientes que este mundo va demasiado deprisa y a ratitos te duele, te pares y hagas algo con tus manos».

Libros con portadas bordadas
Imagen principal - Libros con portadas bordadas
Imagen secundaria 1 - Libros con portadas bordadas
Imagen secundaria 2 - Libros con portadas bordadas

Pero, el bienestar que provocan estas prácticas artesanales es incluso cuantificable. En una encuesta online a más de 3.545 tejedores, realizada por el terapeuta Betsan Corkhill, más de la mitad de los encuestados aseguró que tejer les hacía sentir «muy felices». Y muchos dijeron que tejían por los efectos de relajación y alivio del estrés, además del fomento de la creatividad que les produce. El estudio encontró una relación significativa entre la frecuencia del tejido y el estado de ánimo y los sentimientos percibidos por los encuestados. Tejedores frecuentes (los que tejen más de 3 veces a la semana) eran más tranquilos, más felices, menos tristes, menos ansiosos y con más confianza. El estudio de Corkhill concluyó que «tejer tiene beneficios psicológicos y sociales, que pueden contribuir al bienestar y calidad de vida.» Curiosamente, el estudio también encontró que las personas que lo hacen en grupo, eran incluso más felices que los tejedores en solitario.

Otro de los beneficios del tejido es la posibilidad de diseñar y tejer tus propias prendas, lo que las convierte en exclusivas. Además, carga de valor sentimental los jerseys y chaquetas que cada uno hace, por la cantidad de horas que le dedica. La agujas de madres y abuelas están saliendo de los cajones para pasar a ser empuñadas por nuevas generaciones, que comienzan a ser autodidactas. Y entre esas nuevas técnicas, ganan por goleada las agujas circulares y las agujas circulares intercambiables, que permiten finalizar prendas sin costuras. También el crochet (antes llamado ganchillo) está en auge, con miles de vídeos en redes sociales de crocheteras que comparten sus patrones y sus técnicas. Ayudan, además, a crear comunidad y a resolver errores que permiten solventar problemas y ayudar a cultivar la paciencia.

¿Qué herramientas necesitamos?

Para comenzar a bordar nos hacen falta muy pocas cosas. Pero estas serían las básicas con las que podríamos arrancar nuestros proyectos.

Kit básico para bordar

Hay muchos tipos de bordado, pero lo bueno es que los elementos suelen ser comunes a todos ellos. Para empezar, apenas hace falta un trozo de tela, aguja e hilo. Ni siquiera un patrón. Sólo imaginación y ganas. Además, hay precios de materiales para todos los bolsillos.

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Agujas

De distinto tamaño y con diferentes ojales, que nos permitirán coser con una o varias hebras. Hay packs muy económicos que llevan un surtido de tamaños. Los puedes encontrar en cualquier mercería o tienda de costura. Incluso en grandes almacenes

Tela

Para empezar, mejor telas con una trama definida. Un algodón o una loneta son las más sencillas de utilizar al principio. Si vas a hacer punto de cruz, mejor comprar una tela específica con los agujeros marcados. Las encuentras en cualquier tienda de telas

Bastidor

Es muy útil para mantener la tela tensa y poder definir mejor las puntadas

Hilos

No es necesario arrancar con una gran gama de colores. Es mejor comenzar con colores básicos e ir incorporando nuevos para los proyectos que necesitemos. Los mejores son los de algodón o mouliné. Los encontrarás de una o varias hebras

Tijeras

Son cruciales para poder cortar los hilos sobrantes. Mejor unas pequeñas

Enhebrador

Si no te apañas demasiado metiendo el hilo por el ojo de la aguja, estos aparatitos te harán la vida más fácil. Además, son muy económicos

Bolígrafo

Un bolígrafo que se borre con el calor de la plancha o el secador te facilitará la labor. Dibujas directamente sobre la tela, bordas encima y luego eliminas el rastro con un secador

Descosedor

Una sencilla herramienta para deshacer lo bordado rápidamente. Es barato y ocupa muy poco espacio, pero nos ayudará a subsanar errores más rápido sin estropear la tela

AUX STEP FOR JS

Kit básico para tejer

El mundo del tejido ha cambiado mucho en los últimos años, con la generalización de las agujas circulares, que permiten tejer sin costuras y patrones de 'arriba a abajo' con los que se hacen prendas de un tirón. Las dos agujas de toda la vida se siguen usando, pero los más jóvenes han abrazado la comodidad de las circulares. Lo más sencillo, siempre, para comenzar, es lanzarse con una bufanda. Con saber hacer punto derecho y punto revés, podemos tejernos nuestra propia prenda.

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Agujas de tejer

​Pueden ser de distinto número según el grosor de la lana. Podemos elegir dos agujas rectas u optar por las circulares. Estas últimas también pueden ser intercambiables, para facilitarnos cambiarlas durante el tejido

Agujas intercambiables

Se utilizan como circulares, pero con la comodidad de ir pudiendo desenroscarlas y poniendo topes para parar una labor y comenzar otra. O simplemente, comenzar a tejer una manga con las mismas agujas que el cuerpo. Las hay de distintos grosores, pero todas valen para los mismos cables.

Agujas de crochet

Si optamos por el ganchillo, lo mejor es hacernos con un kit de agujas de distinta numeración

Lana

Del material que prefiramos. Hay acrilicas, lanas, algodón, mohair o nuevos materiales. Hay que tener en cuenta el número de madejas que necesitaremos para nuestra labor

Marcadores

Si tejemos con agujas circulares, son fundamentales para poder ir marcando las vueltas y dónde empieza nuestra labor. También podemos hacerlo caseros con un trozo de lana de otro color o con una anilla

Tijeras

Son cruciales para poder cortar los hilos sobrantes. Mejor unas pequeñas

AUX STEP FOR JS

Así que ya sabes, si te animas a bordar o tejer, nunca es mal momento para adentrarse en un mundo que tiene beneficios demostrados, tanto como afición como para comenzar a customizar tu armario. Relajación y prendas personalizadas. Un combo que debería convencerte.

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