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Manuel García
Valencia
Jueves, 17 de abril 2025, 18:46
Un bocadillo que cambia de nombre según la zona de la Comunitat y que está a punto de vivir sus jornadas de mayor apogeo. Son ... hipercalóricos, eso es cierto, no hay nada malo en negarlo, pero la Semana Santa es su época de brillantez. Su color es muy atrayente en los hornos, pero no son pocas las casas en las que aún, con la liturgia propia de estos días y junto a otros manjares como 'les mandonguilles d'abaejo' (albóndigas de bacalao) pugnan por ser el plato más anhelado.
Su tamaño es perfecto. Ni muy grande ni muy pequeño y rara es la ocasión en que sólo se come uno y no se siente la llamada de la repetición.
Se llaman ximos en Sagunto y en la provincia de Castellón, pepitos más al sur, en comarcas como la Ribera, pero no dejan indiferentes a nadie.
Las estanterías de los hornos en ciudades como Alzira ya lucen con ejemplares de este producto brillante, atrayente. No en vano, son pocos los que se rinden a la tentación y se abstienen de preguntar su precio. «Es que llaman mucho la atención y se comen casi sin querer», explica una clienta del horno Bría de Alzira, donde este producto ocupa un lugar especial entre monas y cocas propias de estos días.
Se trata de unos panecillos fritos, previamente remojados en leche, rellenos de atún, tomate frito, pimiento verde y huevo cocido, que se pueden adquirir en diferentes establecimientos.
Aunque cada zona tiene su matiz y sus pequeños cambios, la receta tradicional es bastante 'estándar' y apenas suele variar.
A modo de ejemplo, así se preparan los ximos en Sagunto.
Ingredientes:
– 5 panecillos de leche
– 1 lata de atún
– 1 bote de medio kilo de tomate entero
– Azúcar
– Sal
– Piñones
– 1 ajo
– Perejil
– canela
– 1 pimiento verde de freír
– 1 huevo cocido
– Leche
– 1 huevo
– Aceite
Se trocea y fríe el tomate, añadiendo azúcar para ir quitándole acidez, poner sal al gusto.
Cuando esté casi hecho agregar el ajo picado, más tarde el perejil, los piñones y una pizca de canela.
Freír el pimiento verde en tiras finas. (En vez de pimiento se pueden utilizar guisantes cocidos)
Mezclar los ingredientes del relleno: tomate frito, pimiento, atún y huevo duro.
Cortar las puntas de los panecillos de leche y vaciarlos de miga. Rellenarlos con la mezcla y colocar la punta de pan que hemos cortado como si fuera un tapón. A continuación, remojarlos en la leche por todos los lados, unos 2 o 3 minutos. Batir un huevo, rebozar los panecillos y freír en abundante aceite caliente.
Además, y como último factor a su favor, los pepitos se pueden consumir perfectamente fríos, horas después de haberse cocinado, por lo que resultan perfectos para llevarse a una excursión.
Su origen y modo de creación es incierto. No se sabe con exactitud ni cuándo comenzó a prepararse ni dónde es su punto de origen. Lo que sí ha quedado claro es que el pepito, que llegó para quedarse, brilla con luz propia durante la Semana Santa.
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