
Ver 7 fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver 7 fotos
Tradición y fe se vuelven a dar la mano para tomar el Marítimo fieles a su cita con el Santo Entierro, acto que pone el colofón al Viernes Santo de la Semana Santa Marinera de Valencia. Si por la mañana tocaba madrugar para ver el encuentro de los Cristos en la orilla de la playa, los fieles y las hermandades, corporaciones y cofradías del Grao, el Cabanyal y el Canyamelar trasnocharán para seguir con su devoción en la procesión que recorre todos los rincones de los barrios litorales de la ciudad para conmemorar la pasión y crucifixión de Jesús.
El silencio y la solemnidad en señal de respeto por la muerte del hijo de Dios han impregnado las calles y plazas por las que ha transcurrido la marcha que, como es bien sabido, finalizará en la Iglesia del Rosario bien entrada la madrugada. Si algo caracteriza los actos de la Semana Santa es tratar de resolver el imposible enigma de saber de quién son esos ojos que observan el mundo a través de los pequeños orificios en la parte frontal de los capirotes, circunstancia que ha vuelto a suceder en este gran acto que inicia la cuenta atrás para la resurrección del Mesías.
Con el estruendo de los tambores y esos solos de corneta que llegan al alma, el acto ha arrancado con exquisita puntualidad, a las 18.30 de la tarde, tal y como estaba estipulado. Entre los procesionarios había algunos que iban descalzos en señal de penitencia mientras otros portaban báculos, cruces, anclas, corazones o sudarios con la cara de Cristo. El paso de las distintas imágenes ha desatado la emoción de algunos de los viandantes.
Mientras todo esto sucedía, la calle de la Reina se tornaba un auténtico hervidero de gente entre valencianos, visitantes y turistas que no se sabe bien si se han topado con el recorrido de la procesión mientras disfrutaban de su día de vacaciones en la playa o si han venido adrede a disfrutar de la Semana Santa Marinera. Sea como fuere, las pastelerías de las inmediaciones el itinerario se han puesto las botas al estar atestadas de gente que buscaba ansiosa un dulce típico de Pascua para saciar sus ganas de merendar.
En Valencia resulta especialmente prolífica la variedad cromática de las vestimentas de las distintas cofradías y hermandades que procesionan cada año así como el realismo de la Corporación de Sayones del Cristo Yacente, encargada de abrir la marcha, o los Pretorianos y Longinos. La variedad de colores va desde el blanco y el rojo de la Hermandad del Santo Cáliz, pasando por la llamativa combinación de rosa y azul de la Confradía de Jesús de Medinaceli o el verde y amarillo de la Real Hermandad de Jesús con la Cruz y Cristo Resucitado.
La edición de la Semana Santa Marinera 2025, en la que se conmemora el centenario de la creación de la Junta Mayor, no podía tener mejor regalo que todo un récord histórico de participantes. Más 3.600 personas han participado, participan o participarán en los actos correspondientes a esta edición, todo un hito tras la caída del censo durante los años de la pandemia que se ha suplido con una gran respuesta: un millar de nuevos integrantes desde 2021.
La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha estado presente en el acto. Cabe recordar que Catalá es la pregonera de esta edición de la Semana Santa Marinera. La celebración de este 2025 es cuanto menos especial al conmemorarse también los 100 años de la creación de la Junta Mayor como entidad que consiguió aglutinar todas las procesiones de la zona marítima de la ciudad y que entre sus cometidos se encuentra organizar importantes actos conjuntos entre las cofradías, hermandades y corporaciones como la propia procesión del Santo Entierro o la del Domingo de Resurrección. Por ello, la primera edil hizo un guiño a la efeméride en su discurso ensalzando la labor del órgano rector gracias al cual los tres barrios del Marítimo «unieron su fe y devoción para alumbrar la Junta Mayor».
Sin embargo, las partes más emotivas del parlamento de la alcaldesa durante el pregón fueron el recuerdo a los orígenes de su familia en el Grao y el homenaje a las víctimas de la dana del pasado 29 de octubre. Catalá afirmó que la Madre rezará a orillas del Mediterráneo no sólo por los marineros sino «especialmente por los que perdieron la vida en el agua, no en la del mar, sino en la de la riuà».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.